DEFORESTACION EN HONDURAS
La deforestación más que un problema ambiental es un problema social y se vuelve tan complejo debido a que es un efecto de actividades humanas en las que prevalecen intereses de toda índole desde los más grandes por parte de ciudadanos acaudalados y/o funcionarios con el rango más alto en el Estado, hasta el campesino más humilde que requiere de un espacio libre de árboles para el establecimiento de su parcela de cultivo.
La superficie cubierta de bosque en el país cada
año es menor y para que esto ocurra se conjugan una serie de elementos que es
muy difícil ordenar según su importancia ya que todos tienen su cuota de
influencia en este fenómeno. Podemos empezar con el Estado mismo; quien debería
promover políticas en función de un país eminentemente forestal y aquí es donde
entran en juego los intereses curiosamente dentro de la misma Administración
pública.
Le compete al Instituto de Conservación Forestal
el diseño e implementación de una estrategia nacional para el control de la
tala y el transporte ilegal de los productos forestales. Por su parte el
Instituto Hondureño del Café (Institución privada) promueve la caficultura muy
bien sustentada en términos macroeconómicos con un aporte del 12% del PIB y que
sostiene económicamente al 25% de la población nacional.
Por su parte el Instituto nacional Agrario (INA)
es una entidad Semi-Autónoma del Estado, cuyo fin es realizar el proceso de
reforma agraria en cumplimiento de la política agrícola nacional impulsada por
el Gobierno, con el propósito de lograr la transformación de la estructura
agraria del país e incorporar a la población rural al desarrollo integral de la
Nación.
Cada institución promueve su Misión/ Visión y
todas proveen de beneficios a ciudadanos hondureños. El inconveniente en esta
situación es la consecuente degradación y deforestación que se ha derivado de
la mala intención de ciudadanos y funcionarios a costa de los bosques del
Estado.
Así tenemos predios cultivados de café o pastos
con títulos de propiedad a favor de particulares extendidos por el INA y que
anteriormente fueron terrenos cubiertos de bosque pertenecientes al Estado. A
esto se suman los aprovechamientos ilegales de madera.
El ICF puede obtener la mejor tecnología para
determinar la tasa de deforestación anual del país y lo que obtendremos es una
cifra fría. Actualmente sin necesidad de sistemas sofisticados nos podemos dar
cuenta de la alta presión a que están siendo sometidos los bosques. Para
mitigar la tasa de deforestación se requiere de recursos financieros con los
que no cuenta el ICF.
La
deforestación debe ser vista como un problema de país, ya que todos percibimos
bienes y servicios de los bosques. Por lo tanto es fundamental el compromiso de
las comunidades e instituciones, partiendo de un elemento tan fundamental como
el agua. En ese sentido las comunidades mismas velan por la integridad de las
áreas boscosas que les proveen de agua.
El
SANAA y la ENEE velan por las áreas boscosas de las cuencas que abastecen los
embalses. El ejército se ha convertido en un nuevo actor que también tiene su
cuota de responsabilidad para reducir la tasa de deforestación, ya que cuenta
con financiamiento del Gobierno Central.
La Organización de las Naciones para la
Agricultura y la Alimentación (FAO) nos permite una apreciación más clara que
el resto de las definiciones, ya que la reducción de la cubierta por debajo de
un 10% implica que la pérdida debe ser permanente y que el sitio ha cambiado a
otro tipo de uso (agricultura, pastizales, presas, o áreas urbanas) (FRA 2005).
A diferencia del resto de las definiciones, la
proporcionada por FAO establece una clara diferencia entre deforestación y
degradación. Entendiéndose el segundo término como áreas en donde los árboles
son removidos o el bosque ha sido deteriorado pero no ha disminuido a menos del
10% de su cobertura original o no ha sido reemplazado por otra actividad
permanente.
La degradación incluye la remoción de árboles sin
tener que llegar a menos del 10% de la cobertura original del dosel y además incluye
cambios que no se detectan con percepción remota como la extracción de los
diversos productos no maderables. La degradación incluye cambios dentro
del bosque que afectan negativamente la estructura o función del bosque o sitio
reduciendo su capacidad de proporcionar productos y/o servicios (FRA 2005).
MARCO HISTÓRICO
El fenómeno de la deforestación surge con el
nacimiento de las actividades agropecuarias de manera extensiva, derivadas de
la necesidad de suplir de alimento a una población creciente que anteriormente
obtenía sus alimentos directamente del bosque.
Históricamente ubicaremos a la deforestación en
dos etapas; antes y después de la colonización española. Así propondremos dos
escenarios; el primero; una población relativamente baja que obtenía su
sustento diario de alimentos del bosque y áreas de cultivo relativamente
pequeñas (año 1 al año 1524). Como segundo escenario tenemos la introducción
del ganado, el fomento de la agricultura y el incremento de la población
(1525-2011).
En el segundo escenario podemos presumir el
fenómeno que mayor impacto ha tenido en el recurso forestal de Honduras,
básicamente a finales del siglo XIX cuando su economía basada en la agricultura
vino a ser dominada por compañías estadounidenses que establecieron enormes
plantaciones de plátano a lo largo de la costa del norte.
En esa época llegaron al país las compañías
transnacionales, principiando con la poderosa United Fruit Company, se funda la
Cuyamel Fruit Company, al igual hace su aparición la Vaccaro Brothers & Co
que después pasaría a ser la Standard Fruit Company, para desarrollar la siembra
del banano.
Asimismo, en el interior del país se intensifican
las actividades agropecuarias que derivaron el acaparamiento de tierras.
Con
esta síntesis y en términos muy sencillos podemos derivar una pérdida de
bosques en el país desde el año 1524 a la fecha, en un período de 487 años.
Para ello utilizaremos como supuesto que todas las tierras estaban cubiertas de
bosque a excepción de aquellos ecosistemas que por su naturaleza no presentan
vegetación leñosa.
Tomando
como base una superficie de 112,492 km² a la cual le restaremos un área
aproximada de 900 km² correspondiente a cuerpos de agua naturales (sin incluir
embalses), tenemos que para 1524 el territorio que hoy es Honduras contaba con
111,592 km² de bosques, equivalentes a 11,159,200 ha. Si tomamos en cuenta.
La
Evaluación Nacional Forestal (2005) que estima una superficie cubierta de
bosque de 5,791,602 ha, implica una pérdida de 5,367,598 ha en un período de
487 años, equivalente a una pérdida anual promedia de 11,022 ha/año.
CIFRAS OFICIALES DE HONDURAS
Las cifras sobre la deforestación en Honduras son
hasta cierto punto confusas y muchas de ellas carecen de fundamento técnico.
La información que se ha manejado básicamente ha
sido la generada a partir de proyecciones de algunos inventarios que han
considerado algunas áreas de interés productivo como el Inventario Forestal en
la zona del Río Sico y Sur de Trujillo en 1978 y en Inventario Forestal
Nacional (INFONAC) en el macizo central del país en 1981, ambos realizados por
la Agencia Canadiense de Desarrollo Internacional (ACDI).
Luego en 1983 la Agencia de Cooperación
Internacional del Japón (JICA) realizó el inventario en la Región de la
Mosquitia. Algunos proyectos han generado información de sus áreas de
influencia. Con los intervalos de tiempo y con las diversas metodologías
utilizadas es muy difícil proporcionar cifras acertadas de la tasa de
deforestación del país.
El único inventario con escala nacional fue
realizado en 2005 con el apoyo de la FAO y con el cual se estimó la cubierta
forestal en 5,8 millones de hectáreas de bosque.
En el país se han realizado dos mapas forestales
a partir de sensores remotos; el primero en 1995 utilizando imágenes Landsat TM
de 1993 y 1995 con el que se estimó una superficie cubierta de bosque de 5,9
millones de hectáreas.
El segundo mapa forestal se realizó en 2009
utilizando imágenes Modis con el que se estimó la cubierta forestal en 6,6
millones de hectáreas. Estos son resultados de dos sensores completamente
diferentes.
Ninguna de las metodologías ha sido sistemática
para poder establecer comparaciones.
EVALUACION DE LOS RECURSOS FORESTALES MUNDIALES
En 2006 la FAO publicó el documento “Evaluación
de los Recursos Forestales Mundiales” considerado como la más exhaustiva
evaluación realizada a la fecha con la participación de más de 800 personas,
entre ellas 172 corresponsales nacionales oficialmente designados.
Se establecieron contactos regulares, se
realizaron consultas a expertos de cada país, se formaron corresponsales
nacionales y se realizaron diez talleres prácticos regionales y subregionales.
Como resultado se obtuvieron mejores datos, un
proceso más transparente en la elaboración de informes y una mayor capacidad
nacional para el análisis de datos y la transmisión de información. Ante este
preámbulo al inicio del documento, cualquier lector avala los datos.
Para la información sobre “área de bosque,
existencias en formación y biomasa” todos los países de Centroamérica
utilizaron resultados de estudios de Tele-detección a excepción de Honduras
cuya estimación del área cubierta con bosque para 1990 se obtuvo en base a
estimación de expertos (pág. 188 del documento).
La cobertura forestal para 2005 se estimó en 4,6
millones de hectáreas (pág. 194), muy por debajo de los resultados del
Inventario 2005 (5,8 millones).
Para la estimación del cambio en el área de
bosques en Honduras se utilizaron tres años de referencia; 1990 con una
cobertura de 7,3 millones de hectáreas de bosque, 2000 con 5,4 y 2005 con 4,6
millones. Estos valores son cuestionables si realizamos una comparación con los
generados por los estudios realizados en el país en años cercanos.
Con los valores anteriores se calculó la tasa
anual de cambio para el período 1990-2000 en -3,0% y en -3.1% para el período
2000-2005 ubicando a Honduras como el país con mayor tasa de deforestación del
mundo. En base a estas cifras el país perdió 1,955,000 ha en 10 años
equivalentes a una tasa de deforestación de 195,500 ha/año
Para
el período 2000-2005 el documento estima una pérdida de 782,000 ha en 5 años
para una tasa de deforestación de 156,400 ha/año.
Si
por el contrario; se hubieran utilizado las cifras del Mapa Forestal 1995 (5,989,600
ha) y las de la Evaluación Nacional Forestal, 2005 (5,791,600 ha) estaríamos
proporcionando cifras de mayor confiabilidad y supondría una pérdida de bosques
de 198,000 ha en 10 años equivalente a una tasa de deforestación de 19,800
ha/año para dicho período.
ESTIMACIONES DE
LA DEFORESTACIÓN EN HONDURAS
Existe
una diversidad de fuentes y cifras sobre la deforestación en Honduras. La
utilizada con mayor frecuencia es la generada por FAO a principios de los
ochentas y que corresponde a 80,000 ha/año.Es importante tomar en consideración
el impacto que las actividades agropecuarias tuvieron en la década de los 70´s
y es muy probable que se presentara esa tasa de deforestación en un período
determinado. Las circunstancias actuales son diferentes, por lo que no se puede
presumir que esa tasa de deforestación se mantiene o es constante en el tiempo.
A
continuación se presentan los resultados de tres publicaciones que
denominaremos “oficiales” y que tienen que ver con el fenómeno de la
deforestación:
Datos de cobertura forestal (miles de hectáreas)
Años
|
1980¹
|
1995²
|
2005³
|
Superficie
con Bosque
|
6042
|
5859.6
|
5791.6
|
Pérdida
|
53.4
|
198
|
|
Tasa
(ha/año)
|
3.56
|
19.8
|
|
FAO,1981
|
AFE-COHDEFOR,
1996
|
AFE-COHDEFOR,
2005
|
Según
los resultados de la tabla anterior se puede apreciar que de 1980 a 2005 hubo
una pérdida de 251,400 hectáreas en un período de 25 años para una pérdida
anual de 10,056 ha/año, cantidad muy parecida a la estimada en el Marco
Histórico. El inconveniente para la estimación es que las metodologías no son
las mismas.
También
podemos hacer una estimación de la deforestación tomando en cuenta aquellas
áreas en las que se puede presumir que a la fecha aun existe bosque, como ser;
a) áreas en las que se ha elaborado planes de manejo, b) áreas forestales
protegidas y c) microcuencas declaradas.
Para
este ejercicio se utilizaron las bases de datos espaciales del ICF mediante SIG
obviando traslapes entre capas y transponiéndolas con el último mapa forestal
(2009), lo que genera una superficie con bosque de 3,616,870.35 ha. Para
este ejercicio asumiremos que esta es la superficie del país que actualmente
está cubierta de bosque.
Como
ya se mencionó anteriormente, del total del territorio nacional aproximadamente
11,159,200 ha corresponden a tierras que pueden albergar especies leñosas.
Tomaremos como base el año 1900 en condición de año cero. Así tenemos que de
1900 a 2011 se han perdido un total de 7,542,329.6 ha de bosque en 111 años,
para una tasa de 67,948.9 ha/año y si presumimos un 20% adicional de bosque la
tasa se reduce a 61,432.2 ha/año.
Cabe
mencionar que este caso presume una situación crítica, ya que actualmente
existe más área con bosque en el país. Aun en estas condiciones la tasa es muy
por debajo de lo que se ha manejado a nivel de literatura (80,000 ha/año).
Se
han realizado algunos estudios puntuales en algunas áreas protegidas del país
para conocer el estado de conservación de la cubierta forestal y se ha
determinado la deforestación en las mismas.
Según
un estudio realizado en 2007 la deforestación en la Biósfera del Río Plátano
entre el año 2000 y 2005 fue de 11,235 ha equivalentes a 2,247 ha/año.
En ese período la cubierta forestal pasó de 625,223 a 613,988 ha.
En el Parque Nacional Patuca la cobertura boscosa
pasó de 364,818.2 ha en 1986 a 311,634.8 ha en el 2002, lo que significa que
53,183.4 ha de bosque cambiaron a otros usos, significando una pérdida de 3,323.96
ha/año.
Para el año 2005 la cobertura del bosque
latifoliado se redujo a 270,423.0 ha, (74%), lo que significa que de 1986 al
2005 la cobertura del bosque latifoliado se redujo en un 26% aproximadamente.
En el período 2002-2005 se perdieron 13,737.3 ha/año.
Estos resultados muestran los cambios
significativos en la tasa de deforestación en diferentes períodos y para una misma
zona (tasa según período). Estos estudios nos permiten conocer la situación de
una zona en particular y percibir la magnitud del problema. Aquí es donde se
pone de manifiesto la voluntad del Estado para reducir la deforestación.
El ICF a través de la Unidad de Monitoreo
dependiente del Centro de Información y Patrimonio Forestal realizó un
ejercicio rápido utilizando imágenes Modis para el período 2004-2009, aplicando
un mismo procedimiento se obtuvo una tasa de deforestación de 28,395.4 ha/año.
Los diferentes casos analizados nos dan una
apreciación de las variaciones de la tasa de deforestación en el tiempo. Estas
variaciones pudieran tener una relación directa con las políticas
gubernamentales que se han implementado en la historia del país.
Así tenemos que el período con la tasa de
deforestación más alta (80,000 ha/año) se dio en la década de los 70´s y
principios de los 80´s y que puede estar vinculada con la agricultura y
caficultura a gran escala. Así como las aperturas de caminos para
aprovechamientos forestales que fomentaron la colonización de los terrenos
nacionales.
Actualmente el ICF no cuenta con un mecanismo
preciso que le permita la estimación de una tasa de deforestación para
determinado período, pero si cuenta con estudios precisos con cifras alarmantes
como las reportadas para el Parque Nacional Patuca (caso tres).
ERRORES EN LA
ESTIMACIÓN DE LA TASA DE DEFORESTACIÓN
Los errores en la estimación de la tasa de
deforestación radican básicamente en que las comparaciones entre un año y otro
se realizan con resultados de diferentes metodologías, así podemos encontrarnos
con diferentes resultados para un mismo año.
Como ejemplo reciente tenemos los resultados de
la Evaluación Nacional Forestal (2005) que estima un área con bosque de
5,791,602 ha y el Mapa de Coberturas generado en 2009 estima un área de 6,
598,289 ha, lo que nos haría suponer una ganancia que no es cierta.
Por esta razón y para tener datos confiables es
fundamental definir una metodología para la estimación de la tasa anual de
deforestación del país. Aún con la mejor tecnología existen algunas limitantes.
En el caso de los sensores remotos es difícil
obtener imágenes sin nubes para un mismo año, cuanto mayor sea el período de
análisis se vuelve más complicado obtener imágenes limpias para un solo año.
Otro inconveniente es que las imágenes actuales
son de mejor calidad (resolución) que las disponibles de años anteriores, por
lo que no se pueden hacer comparaciones de períodos tan largos, pero son muy
eficientes para análisis de periodos cortos (5 años). Las imágenes del sensor
Landsat son las que se han mantenido por un período más prolongado y nos
permiten análisis de períodos prolongados.
CAMBIO DE USO
POR INTERES PÚBLICO
Un fenómeno muy significativo y que tiene un
vínculo muy estrecho con la “tasa de deforestación” lo constituyen obras de
infraestructura como carreteras, urbanizaciones y obras artificiales de
inundación como embalses y lagunas, en donde en su momento existieron especies
vegetales y que es muy importante resaltar y analizar su significancia para las
estimaciones de deforestación.
A continuación se presenta una tabla con valores
de superficie inundada.
Cuerpos de agua artificiales de Honduras
Nombre del Proyecto
|
Ubicación
|
Área del Espejo
de Agua (ha)
|
|
Represa abandonada
|
La Esperanza, Intibucá
|
15
|
|
Embalse Colombos
|
Santa Cruz de Yojoa, Cortés
|
48.64
|
|
Represa El Coyolar
|
Villa de San Antonio, Comayagua
|
75.6
|
|
El Embalse Federico Boquín (Los
Laureles)
|
Distrito Central, Francisco Morazán
|
||
Central Hidroeléctrica General
Francisco Morazán
|
Entre los Municipios de Santa
Cruz de Yojoa (Cortés), Victoria (
Yoro), Lajas, La Libertad, Minas de Oro y Meámbar (Comayagua)
|
11,200
|
|
Represa
José Cecilio del Valle
|
Represa
José Cecilio del Valle
|
Represa José Cecilio del
Valle
|
|
La
Laguna La Presa
|
La
Laguna La Presa
|
La Laguna La Presa
|
|
El
Embalse Ing. Rigoberto Cerna David (La Concepción)
|
El
Embalse Ing. Rigoberto Cerna David (La Concepción)
|
El Embalse Ing. Rigoberto
Cerna David (La Concepción)
|
|
Total
|
11,677.24
|
||
PÉRDIDAS Y
GANACIAS DE BOSQUE
Para las estimaciones de la tasa de deforestación
en términos generales se utiliza un balance entre ganancias y pérdidas de
bosque. En ese sentido enunciaremos algunos aspectos a considerar al momento de
elaborar un informe de país y que tenga que ver con la cubierta boscosa:
Reforestación Permanente:
También se le puede denominar “plantación no
comercial” y es aquella que se realiza con fines de recuperación de áreas
degradadas o deforestadas. Estas áreas reforestadas son las que para efecto de
estimación de la tasa deforestación se denominan “ganancias” y que por lo
general se realizan en áreas productoras de agua y áreas protegidas.
Reforestación temporal:
Es el
establecimiento de un nuevo bosque cuya permanencia es temporal ya que siendo
una “plantación comercial” será cosechado en un determinado momento.
En este caso
es importante analizar dos situaciones; cuando la plantación esté establecida
representará una “ganancia” de bosque y al momento de su corte representará una
“pérdida de bosque” cuando realmente lo que ocurre es la cosecha de un
“cultivo”.
Lo mismo
pudiera ocurrir con el aprovechamiento de bosques naturales en donde se
practiquen cortas a tala rasa. Ante estos casos es fundamental hacer las
aclaraciones al momento de elaborar informes de país.
Tomando en
consideración el concepto de “Bosque” de la Ley Forestal se puede considerar
como “ganancia” las plantaciones de árboles frutales.
Las Cifras de Cobertura Forestal en Honduras
Fuentes
|
1980
|
1990
|
1995
|
2000
|
2005
|
2010
|
FAO,
1981
|
6042
|
|||||
Anuario
Estadístico Forestal 1990
|
5331
|
|||||
Anuario
Estadístico Forestal 2001
|
5989
|
|||||
Evaluación
nacional Forestal
|
5791
|
|||||
FAO;
Evaluación de los Recursos Forestales 1990
|
4609
|
|||||
FAO;
Situación de los bosques del mundo 1997
|
4115
|
|||||
FAO;
Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2000
|
5383
|
|||||
FAO;
Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2005
|
7385
|
5430
|
4648
|
|||
FAO;
Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2010
|
5192
|
|||||
Anuario
Estadístico 2010
|
6598
|
DEFORESTACION
(AMENAZA IMPORTANTE RESERVA NATURAL)

La región ecológica Biosfera del Río Plátano, declarada Patrimonio de la
Humanidad por la ONU se encuentra actualmente en peligro, alertó el ministro
hondureño de Recursos Naturales y Ambiente, Rigoberto Cuellar.
Argumentó que en América Latina, Honduras es el país
que más deforesta por lo que advirtió que si no se toman las medidas del caso,
el país podría perder esa importante reserva ecológica.
ACCIONES MAS ACTIVAS
También llamó a emprender acciones más activas como el desalojo en la
zona, pero insistió en que se necesita un mensaje más claro en el sentido de
que el gobierno y la sociedad están dispuestos a luchar por sus bosques.
Criticó las
ocasionales medidas adoptadas hasta ahora contra quienes talan el bosque o
introducen en el área ganado y dijo que esa lucha debe ser permanente, por lo
que propuso un plan de acción para garantizar de forma permanente la presencia
estatal dentro de la zona de la biosfera.

EL PAIS CON LA MAYOR DEFORESTACION
Según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para
la Agricultura y la Alimentación), en su evaluación de los recursos forestales
mundiales del año 2005, la situación en Honduras es realmente alarmante.
En 1990 Honduras contaba con un área de bosques de
7,385,000 hectáreas. En el año 2000 esta cantidad se había reducido a 5,430,000
hectáreas. En el año 2005 se había reducido a 4,648,000 hectáreas. Esto
significa que cada año se pierde un 3% del área de bosques.
Entre los países
centroamericanos, Honduras, encabeza el porcentaje de más deforestación:
País
|
Año
|
|
1990-2000
|
2000-2005
|
|
Belice
|
0.0%
|
0.0%
|
Costa Rica
|
-0.8%
|
+0.1%
|
El Salvador
|
-1.5%
|
+1.7%
|
Guatemala
|
-1.2%
|
-1.3%
|
Honduras
|
-3.0%
|
-3.1%
|
Nicaragua
|
-1.6%
|
-1.3%
|
Panamá
|
-0.2%
|
-0.1%
|
INICIA CAMPAÑA
DE REFORESTACION
Se pretende
recuperar 4,500 hectáreas afectadas durante el verano. Unos 50 mil arbolitos
serán plantados en varias zonas. FF AA pone en práctica sistema aéreo de
siembra.
Tegucigalpa, Honduras
¡Viva el pino
por siempre en la tierra, que benigna la vida nos dio...! Así rezan los versos
del Himno al Pino, que ayer fueron recordados en ocasión de celebrarse el Día
del Árbol.
Hace 86 años se
determinó establecer medidas encaminadas a la protección y conservación de los
recursos naturales.
Desde entonces
proteger y conservar el patrimonio forestal ha representado un reto.
Cada año, los bosques nacionales, particularmente los
pulmones naturales de la capital, son atacados por la tala inmisericorde o
reducidos a cenizas.
TRISTE REALIDAD
Las cifras que
brindan el Instituto de Conservación Forestal (ICF), Cuerpo de Bomberos y el
Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y Ambiente de las Fuerzas Armadas de
Honduras no dejan de ser escalofriantes.
En los últimos
cinco años los bosques capitalinos han sido el blanco de los incendios.
El 2005 se
registra como un año crítico, pues se quemaron no menos de 155 mil hectáreas de
bosques, siendo el departamento de Francisco Morazán uno de los más afectados.
Seis años
después, la elevada cifra apenas mermó. El año pasado, 90 mil hectáreas fueron
reducidas a cenizas en todo Honduras. Solo en lo que corresponde al Distrito
Central se registraron 18 mil hectáreas de bosques.
El presente
año, las cifras no dejan de alarmar, pero se ha logrado ejercer un cierto
control y establecer medidas de prevención.
En el verano de
2012, considerado uno de los más atípicos, se reportaron 330 incendios que
afectaron 21,363 hectáreas de bosque nacional.
“Gracias a la
respuesta con las brigadas de combate de incendios y todo el esfuerzo, los
incendios se han logrado disminuir en un 80 por ciento, esto no se veía en
años”, declaró Marco Antonio Leiva, responsable de la Unidad de Protección del
Bosque y Ecosistemas de las Fuerzas Armadas.
En los bosques
del Distrito Central, catalogado como uno de los municipios más incendiarios
debido a su presión demográfica, leñadores y otros factores, resultaron dañadas
unas 4,500 hectáreas.
Las zonas más
propensas a incendios siguen siendo La Tigra, Valle de ángeles, Upare y La
Calera, entre otras.
CAMPAÑA DE REFORESTACION
Varias
instituciones responsables del ambiente y centros educativos de la capital
rindieron ayer su mejor tributo a la naturaleza.
Las Fuerzas
Armadas de Honduras hicieron el lanzamiento de su campaña de reforestación
2012.
Al evento que
se realizó en el Primer Batallón de Infantería asistieron el viceministro de la
Defensa, Carlos Fúnez, miembros de las FF AA, Reina Pineda, de la Fiscalía del
Medio Ambiente y Trinidad Suazo, del ICF, entre otras representaciones.
El propósito de
esta campaña que se mantendrá el resto del año es sembrar y dar mantenimiento a
800 mil plantas de varias especies.
En el Distrito
Central se plantarán alrededor de 50 mil árboles en zonas que resultaron
afectadas por la tala y los incendios
Asimismo, el
próximo año se donarán cien mil plantas ornamentales, las que vendrán a
engalanar los parques y bulevares en la capital.
Una de las
actividades relevantes en el lanzamiento de este programa fue la puesta en
marcha de un proyecto piloto denominado Al voleo.
Con este nuevo
sistema se permite llegar a aquellas zonas de bosque consideradas inaccesibles.
En una aeronave
de la Fuerza Aérea Hondureña se esparcieron en 50 hectáreas en las faldas de la
montaña de Upare 12 kilos de semillas de pino, el Árbol Nacional, que equivalen
a 80 mil semillas.
Asimismo, en ocasión del Día del Árbol, la regidora
municipal Doris Gutiérrez donó 800 árboles de diferentes especies como nin y
san juan a los patronatos, grupos, escuelas y colegios de la capital.
“Imposible
es dar una idea adecuada de la solemne grandeza de estos bosques, la oscuridad
los envuelve aún al mediodía. Ningún templo edificado por el arte puede igualar
la sublime inspiración de sus arcos”, resalta en el texto.
UN AÑO DE PREVENCION
Concluido el
verano y luego de hacer evaluaciones a los daños que los siniestros habían
causado al patrimonio forestal, se dio paso a los programas de reforestación
Entidades como
las FF AA, el ICF, la Serna y el Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y
Alcantarillados (SANAA), igual que centros educativos, unen esfuerzos con un
solo propósito: proteger los bosques y cuidar el ambiente.
Y es que la
intención es que los bosques nacionales, aparte de conservar su riqueza
patrimonial, deslumbren por su belleza, tal y como lo describió el
norteamericano Williams Vicent Wells en su libro “Exploraciones y aventuras en
Honduras”, en 1857, al referirse a los bosques de la tierra catracha.







